15# Cuando lo seguro aprieta y lo verdadero asusta...
Quedarte por respeto a lo que fuiste es una forma sutil de desaparecer. Avanzar, aunque tiemble todo, es un pacto de lealtad con quien eres hoy.
Hay momentos en la vida en los que algo que antes te hacía sentir a salvo —una rutina, una ciudad, una relación, una forma de estar en el mundo— empieza a resultarte extraño. Como si ese lugar que antes habitabas con los ojos cerrados ahora tuviera las esquinas torcidas, el aire más denso, la luz menos cálida. Como si tu cuerpo ya no encajara del todo. Como si, sin saber por qué, sintieras que ya no perteneces a tu propia vida.
Y cuesta admitirlo. Cuesta porque lo seguro tranquiliza (a veces), porque lo familiar acaricia el nervio de la nostalgia, y porque lo conocido tiene ese aroma suave de lo que una vez nos hizo bien… (en esa especie de amnesia selectiva que se nos agarra de vez en cuando).
Pero hay un punto, inevitable y necesario, en el que incluso lo que amaste profundamente deja de sostenerte. Y lo sabes. A veces no sabes cómo ponerle palabras, pero lo sabes.
Hace falta un inmenso valor para escuchar esa verdad silenciosa que se instala en el centro del pecho. Para dejar de taparla con listas de gratitud, meditaciones de la mañana o excusas de adulto responsable. Para reconocer que esa vida tan cuidada, tan funcional, tan aparentemente “correcta”, ya no te pertenece del todo.
Has cambiado. Ya no puedes fingir.
Elegir la autenticidad cuando todo a tu alrededor espera otra cosa de ti, es un acto íntimo y poderoso, muchas veces invisible, que se parece más a una grieta que a un aplauso y que, sin embargo, abre camino. Y no nace de un impulso ni de una frase de autoayuda, nace del cansancio de fingir y de la necesidad de estar en paz con quien eres de verdad.
La incomodidad que llega después no es un castigo. No es señal de que te hayas equivocado. Es solo que estás creciendo. Estás dejando atrás una forma antigua de estar en el mundo. Estás mudando de piel. Y esa piel nueva todavía no se adapta del todo a tus huesos, pero está en camino.
Las dudas que te visitan, las emociones que no sabes dónde colocar, esa sensación de estar entre dos orillas… no son errores de cálculo. Son las inevitables estrías del crecimiento. Son la prueba de que te estás expandiendo hacia una versión más honesta, más tú, más fiel a lo que de verdad importa.
Y sí, es incómodo. Es incómodo porque no hay mapas. Porque nadie puede garantizarte que el salto será limpio, que dolerá menos o que llegarás “mejor”. Lo único que puedes hacer es escucharte. Y confiar. No en que todo saldrá perfecto, sino en que tú sabrás acompañarte aunque no lo sea.
Este es el precio —y el privilegio— de volver a ti.
Este es el vértigo lúcido de vivir una vida con sentido.
Te dejo con un momento para reflexionar y cuestionarte con presencia a través de 3 preguntas:
— ¿Qué parte de tu vida ya no te sostiene, aunque aún parezca bonita desde fuera?
— ¿Dónde estás eligiendo la comodidad de lo seguro en lugar de la honestidad de lo real?
— ¿Y si en vez de seguir encajando, te permitieras desbordarte?
Si quieres seguir explorando el mundo de la presencia y autenticidad, ayer salió el tercer episodio de mi podcast íntimo “Tu Presencia es Tu Poder”, un lugar donde aprender a re-conocerte y volver a ti. Se titula ”Cómo sonar distinto cuando todo suena igual: rompe con la comparación que apaga tu autenticidad”, y me encantaría que lo escucharas dando un paseo, o relajándote en tu lugar favorito con tus auriculares. Te dejo el enlace directo aquí y si lo disfrutas, ayúdame a posicionarlo dejando un comentario, valorándolo con 5 estrellas y siguiéndolo para no perderte cada episodio quincenal.
Gracias por acompañarme y estar al otro lado. Si te resuena este universo de presencia, verdad, coraje y autenticidad, házmelo saber para motivarme a seguir escribiendo para ti.
P.S. Se viene retiro presencial exclusivo en Bali en 2026 basado en la creatividad, la intuición, la expansión y el gozo. Si ya me has hablado por Instagram o estás en la lista del año pasado, no tienes que hacer nada. Si no, házmelo saber para alistarte, porque hay plazas reducidas y ya hay varias reservadas.
Sanuka.