(#presencia) Nos falta pausa. Nos falta humanidad. Nos falta respeto.
Ojalá volvamos a tratarnos con la delicadeza que merecemos y a hablarnos como si de verdad nos importáramos.
He estado enferma.
De esas enfermedades que te desactivan, que te tumban sin aviso ni permiso, con una contundencia que no deja margen.
Una faringitis que se complicó. Una semana entera en un infierno de dolor. Una noche en urgencias. Y muchas horas de recogimiento interno.
Esta semana sin pantallas, sin redes y sin deberes me ha devuelto una claridad rotunda: vivimos muy rápido y miramos muy poco.
En mi estancia en el hospital, he tenido tiempo —todo el tiempo— para observar. Cómo nos hablamos. Cómo nos tratamos. La soledad brutal de quienes ya no tienen a nadie. La impaciencia crónica de casi todos. El desborde emocional que se cuela por los pasillos.
Y también —porque no todo está perdido— la calidez inesperada de algunas miradas. La ternura con la que una enfermera te mira al ver tu expresión de dolor. La dignidad de quienes lo dan todo en un sistema que apenas les deja respirar.
Me he sentido incómoda. He sentido rechazo. Pero también una ternura enorme por esta humanidad desbocada.
En medio de todo eso, me he reafirmado en mi manera de estar en el mundo. A mi ritmo. Sin encajar en moldes. Sin cumplir con nada que no sea conmigo y con quienes amo.
🎵 Sanuka’s Dream — una canción para quedarte contigo.
Mientras yo entraba al hospital sin voz y sin certezas, una canción nuestra salía al mundo.
Sanuka’s Dream es un paisaje sonoro hipnótico creado por mi amor y por mí, con nuestras voces tejidas como un mantra.
No ha habido promoción ni lanzamiento (por razones obvias), pero eso la ha hecho aún más auténtica, más medicina.
Estos días la he escuchado en bucle, como si pudiera abrazarme a través de mi propia voz. Me ha calmado la ansiedad. Me ha bajado el pulso. Me ha recordado que incluso en el miedo hay belleza.
Ojalá también te acompañe a ti. Ojalá la pongas cuando no puedas más. Cuando necesites parar. O simplemente para crear, respirar, volver a ti.
Son cinco minutos que pueden calmar tu estado de ánimo y subir tu vibración. Puedes escucharla aquí (y en todas las plataformas):
🎧 Sanuka’s Dream en Spotify
🎧 Sanuka’s Dream en Apple Music
Si te toca, si te sirve, compártela. Úsala en tus rituales, dinámicas, espacios... y guárdala en tu playlist de calma favorita.
🎙️ El podcast para. Yo también.
Esta semana no he podido grabar, y he decidido que tampoco lo haré en las próximas.
Me tomo un respiro para cuidar mi energía, supervisar los grupos y retiros que mi equipo en Indonuka Travel Bali está sosteniendo esta temporada con tanto mimo y poder centrarme en música y escritura.
El podcast regresa en septiembre con nuevos episodios íntimos y mientras tanto, si aún no lo has explorado, te está esperando aquí:
👉 Tu presencia es tu poder (en Spotify)
👉 Tu presencia es tu poder (en Apple Podcasts)
❤️ Ojalá tú también tengas un amor así.
Un amor que no huye cuando estás enferma. Un amor que se queda cuando no puedes con nada. Que sostiene sin pedir. Que se desocupa de todo para cuidarte sin horarios. Que sujeta sin hacer ruido. Que es refugio, hogar, calma, seguridad. Que no necesita que brilles para amarte. Que está para todo cuando tú no puedes.
Gracias mi socio, mi tierra, mi hombre, mi vida.
🎂 ¡Cumplo 51 años!
El 17 de julio. Y este año mis deseos son muy simples:
👉 Que este espacio siga creciendo.
👉 Que más personas se sumen.
👉 Que Kismet siga vivo.
Escribo estas palabras con la mente aún nublada por los antibióticos, pero con el alma muy clara: esto es lo que quiero hacer en esta etapa de mi vida. Seguir compartiendo desde lo auténtico, seguir tocando corazones desde mi experiencia, seguir diciendo cosas que much@s no se atreven a nombrar.
Si mis textos te hacen bien, si alguna vez te han tocado, hazte suscriptor/a de pago. Será el mejor regalo de cumpleaños que puedas hacerme, porque este espacio lo sostenemos entre tod@s:
🎁 Mejora tu suscripción a una de pago aquí
🎖️Lo que me llevo de estos días
Nos sobra velocidad. Nos falta mirada. Pausa. Presencia. Delicadeza.
Ya nadie se detiene. Ya casi nadie escucha. Ya no se sonríe al entrar a una habitación. Ya no se pregunta cómo estás, esperando, de verdad, la respuesta.
Y así vamos, de pantalla en pantalla, creyendo que estamos conectados cuando en realidad cada vez vemos menos al que tenemos delante.
A mí esta semana me ha dolido mucho el cuerpo. Pero lo que más me ha dolido es mirar de frente todo lo que nos estamos perdiendo por no saber parar.
Ojalá desactivemos un poco el piloto automático. Ojalá volvamos a mirarnos a los ojos. A tratar bien. A hablar con menos prisa. A tocarnos con respeto. A ser más humanos y menos eficientes.
Gracias por estar aquí. Gracias por hacer de este espacio algo que también te pertenece.
Con amor,
Sanuka✨
Me ha dado paz leerte, Sanuka. Mucha verdad en tus palabras
Gracias, amor mío, por tus palabras tan bellas y por tu reconocimiento. Una semana más, lo bordas y me llegan profundamente tus reflexiones.
Te amo ♥️♥️